Hay una vieja historia de un fabricante de calderas que fue contratado para arreglar un enorme sistema de calderas de un buque a vapor que estaba funcionando mal. Luego de escuchar de boca del ingeniero la descripción de los problemas y hacer unas pocas preguntas, se dirigió a la caldera. Durante algunos minutos observó todas las cañerías enroscadas, escuchó su golpeteo y el silbido del vapor que se escapaba y palpó algunas cañerías con su mano.Luego, mientras tarareaba una canción, introdujo la mano en el bolsillo y sacó un pequeño martillo, con el cual golpeó una válvula una vez. Inmediatamente el sistema entero empezó a trabajar perfectamente y el calderero se fue a su casa. Cuando el dueño del barco recibió una factura por mil dólares se quejó ante el calderero de que había estado en la sala de máquinas únicamente unos 15 minutos y le pidió entonces que le diera una factura detallada. Esto es lo que el calderero le envió:

Por golpear con el martillo.......... US$ 0.50

Por saber dónde golpear............. US$ 999.50

TOTAL .........................................US$ 1.000,00



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1 comentarios:

    AdriMT dijo...

    Donde dar el golpe exacto, he allí el detalle. Muy buena historia! Como siempre disfrutando mucho este blog.
    Un abrazo

  1. ... on 30 de junio de 2007, 17:49