Me encantan las canciones de Lorena McKennit. Caravanserai se llama esta.



Original image: 'Face'
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by: Fernando Carmona González


El rostro humano tiende a ser asimétrico, puede variar en sus detalles del lado izquierdo que del derecho. Pero, cuando es proporcionado tiende a ser atractivo por su armonía y belleza.

Sin embargo, hay una cierta asimetría facial, que se corresponde con una asimetría perceptiva. Leía un articulo de José María Delgado (2002) en la revista Ciencia y Cultura, donde señala que: “Nuestro hemisferio derecho percibe mejor el contenido emocional de la expresión facial y del tono de voz observado, mientras que el hemisferio izquierdo se ocupa en mayor grado de descifrar el contenido abstracto y cuantificable del gesto del rostro y situación observados. De igual forma la hemicara izquierda suele ser más expresiva que la derecha…Puede ser por esto que Leonardo Da Vinci nos presente el lado izquierdo del rostro de la Gioconda, como lo hace también Velázquez en su autorretrato de las Meninas y Goya con sus famosas Majas”.

Si miramos con detenimiento la mitad del lado derecho de nuestro rostro podremos observar que se ve armónico, amable, estable, placentero, cordial Y nuestro lado izquierdo refleja tensión, dureza, pugnacidad.

Se han realizado algunas investigaciones sobre el rostro donde se sostiene que nuestro lado derecho es el lado social, público y el izquierdo el privado.

Para lograr darnos cuenta de estas divergencias, se sugiere tomar una foto de frente de nuestro rostro y duplicamos ambos lados derechos e izquierdos. Los cortamos por el centro y al unir ambos lados derechos y luego los izquierdos notaremos las diferencias.

En el programa radial “Nuestro Insólito Universo” que trasmite Unión Radio, se ofrece información sobre este interesante tema, y se cita a la revista Ciencia año 1978, en donde se señala lo siguiente: “Cuando una persona mira a la cara de otra, la persona no percibe bien el lado izquierdo de ese rostro” . Nuestro hemisferio derecho controla el lado izquierdo y el izquierdo al derecho. Y es que al parecer nos dejamos impresionar por la imagen social, pública que nos refleja el lado derecho, mientras que el otro lado del rostro es más íntimo, privado. Pero, es el más revelador, ya que es allí donde quedan grabadas nuestras emociones, que se reflejan más acentuadas en las comisuras de los labios, las hendiduras naso genianas, las arrugas.

Una forma de observar este lado izquierdo es tapándonos nuestro ojo derecho.

De esta manera hemos de darnos cuenta que a través de una forma de comunicación no verbal, el rostro puede orientar hacia el estado interno o mundo interior de la persona.



El espejo

“El hombre quiere ser confirmado en su ser por el hombre, y desea presencia del ser del otro…secreta y turbadamente espera un sí que le permita ser y que pueda llegar a él sólo de persona a persona”
Martín Buber


La frase me hace pensar en: Me imagino tal como me percibes porque me he visto en tú espejo. La que pudiera ser la expresión de alguien consciente del efecto del otro. O lo que es lo mismo: Mis impresiones sobre mi se van acrecentando en los contactos con el otro.

Y es que desde la niñez el yo se construye en la interacción con el adulto. Los padres y personas significativas constituyen un espejo psicológico.

El niño va construyendo su propia identidad mediante las interacciones, por las muchas impresiones y sensaciones adquiridas a través de los sentidos, y por el mundo.

También aprende su propio nombre y con este el símbolo, se permite pensar en sí mismo separado de los demás.

Ahora puede hablar de sí mismo: “Ana contenta” “Ana salta” y también se compara” “Yo más grande que José” y ubica en tiempo “Ana no se va ahora”

Identificación

“…Dime tú nombre el que te llamaban allí tú madre y tú padre y los demás, los que viven cerca de ti. Pues ninguno de los hombres carece completamente de nombre, ni el hombre de pueblo, ni el noble una vez que ha nacido. Antes bien, a todos se los ponen sus padres una vez que han dado a luz” (Homero, La Odisea, Canto VIII)

El niño esperado por sus padres antes de nacer desde sus deseos presagian cómo va a ser y en esto también tiene que ver la elección del nombre propio (ejemplo: Se llamará Julia, como su abuela, que era tan inteligente, tan buena persona)

El nombre nos permite identificarnos, reconocernos, diferenciarnos, tiene importancia para saberse uno. Guarda relación intima con nuestro ser, ejerce una influencia sobre nuestra personalidad.

El nombre nos liga a nuestros padres y los motivos que ellos tuvieron para escogerlo. Cuando nos apoderamos del nombre podemos llegar a asumir el guión asociado a el, o desempeñarnos según la fantasía, el conocimiento, o el significado que tengamos respecto a el.