Es una técnica creada por Edward De Bono, se utilizan para aprender a pensar, mejorar la comunicación, tomar decisiones, resolver problemas, buscar soluciones.

El objetivo es el de incentivar nuevos pensamientos del habitual. Separar el ego del desempeño. Hacer el pensamiento más eficiente. Organizar el pensamiento. Generar nuevos conceptos e ideas con la aplicación del pensamiento lateral( del cual escribí en un post anterior). “Los seis sombreros para pensar nos permiten conducir nuestro pensamiento, tal como un director podría dirigir una orquesta. Podemos manifestar lo que queremos. De modo semejante, en una reunión es muy útil hacer desviar a la gente de su rol habitual, y llevarla a pensar de un modo distinto sobre el tema del caso” (De Bono Edward; 2001)

De Bono, ofrece seis roles diferentes que la persona se “coloca” imaginaria y deliberadamente en forma de sombreros de colores. De esta manera el pensamiento se centra y precisa, resultando en argumentaciones más acertadas y productivas.

Se separan los pensamientos en seis colores diferentes que De Bono identifica como los “Seis Sombreros para Pensar”. Para su aplicación se requiere de elegir cuál es el sombrero que se va a utilizar. También tener la intención de asumir la pose del sombrero pero, sobre todo desempeñarse como tal, es decir efectuar la acción que ofrece el color del sombrero en particular.

Cada uno de los seis sombreros para pensar tiene un color: Blanco, rojo, negro, amarillo, verde, azul.

Y unas características:

Sombrero Blanco: Hechos, cifras, información objetiva

Sombrero Rojo: Emociones, sensaciones, intuiciones, sentimientos.

Sombrero Negro: Lógico, negativo, abogado del diablo, razona sobre porqué algo no resultará.

Sombrero Amarillo: Positivo, constructivo.

Sombrero Verde: Creatividad, alternativas, ideas nuevas.

Sombrero Azul: Control de los demás sombreros y pasos para pensar.

Representar el rol.

La acción de quitarse y ponerse el sombrero es fundamental en esta técnica para dinamizar el pensamiento. Cuando se va a tomar una decisión la misma persona puede ir cambiando de sombreros. En el trabajo grupal esto también es válido.

Al desempeñar un papel definido desde los sombreros la persona baja las defensas del ego, y es más libre de pensar sin temor. Puedes “hacer de loco” y no te importa si estás desempeñando un papel.

Dirigir la atención:

La atención puede estar dirigida a cambiar la perspectiva de cómo abordamos una situación, dirigiendo nuestro pensamiento desde seis aspectos diferentes.


La conveniencia:

Puedes pedirle a otro o a ti mismo que se ponga un sombrero determinado. Por ejemplo, si alguien está muy negativo (sombrero negro) lo invitas a cambiar de color (por ejemplo por el amarillo) para que deje de estarlo.

La química cerebral.

“Si actúas como un pensador te convertirás en uno”.Asumir la pose del color que se desempeña, moviliza la química cerebral.

En otros post se ha mencionado la ingerencia de los químicos del hipotálamo sobre nuestro comportamiento, especialmente en el artículo sobre el Amor, y el post del Cerebro Límbico (cerebro emocional). Elaine Beauport, toca este punto en su libro “Las tres caras de la mente”

Respecto a este aspecto de los químicos De Bono cita lo siguiente:

“Quizás los griegos acertaban con su creencia en que los diferentes fluidos del cuerpo afectaban sus estados de ánimo. Si estabas triste y melancólico se debía a que una “bilis negra” te recorría todo el cuerpo. De hecho, la palabra melancolía significa justamente esto: “bilis negra”. Así pues, los fluidos o “humores” que te invadían el cuerpo determinaban tu estado anímico. Esos fluidos te afectaban el ánimo y éste, a su vez, te afectaba el pensamiento.

Mucha gente deprimida ha observado que lo que es capaz de pensar mientras le dura la depresión es completamente distinto de los pensamientos que piensa cuando está de buen humor.

Hoy sabemos mucho más sobre el cerebro y podemos explicar mejor el tema de los fluidos griegos. Sabemos que el equilibrio de los productos químicos (neurotransmisores) que actúan sobre el hipotálamo puede afectar intensamente el comportamiento. Sabemos sobre las endomorfinas, similares a la morfina, liberadas en el cerebro…Con el tiempo es posible que comprendamos cómo los productos químicos en el cerebro- y posiblemente en el torrente sanguíneo en general- afectan de modo intenso el humor y el pensamiento.

También se ha demostrado con precisión que los procesos normales de condicionamiento pueden alternar respuestas fisiológicas, según lo demostró Pvlov. Se ha entrenado animales para que les suba o les baje la presión sanguínea en respuesta a signos externos.

Posiblemente, con el tiempo, los seis sombreros para pensar puedan adquirir el status de señales condicionantes que disparen y pongan en acción un determinado conjunto de productos químicos en el cerebro y que esto, a su vez, afecte nuestro pensar”

Establecer reglas del juego.

Tener un modo de dirigir el pensamiento es lo que ofrece la técnica de los seis sombreros para pensar, permitiendo trazar un mapa para orientar el pensamiento de forma organizada.

La técnica es útil para aplicarla individualmente, en grupos, en el área de educación, y en empresas.



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