Alrededor del año 335 a.C, al llegar a la costa de Fenicia, Alejandro Magno debió enfrentar una de sus más grandes batallas. Al desembarcar, comprendió que los soldados enemigos superaban tres veces el tamaño de su gran ejército. Sus hombres estaban atemorizados y no encontraban motivación encontraban para enfrentar la lucha: habían perdido la fe y se daban por derrotados. El temor había acabado con aquellos guerreros invencibles.


Cuando Alejandro Magno hubo desembarcado sus tropas en la costa enemiga, dio la orden de que fueran quemadas todas las naves. Mientras los barcos se consumían en llamas y se hundían en el mar, reunió a sus hombres y les dijo: “Observen como se queman los barcos. Esta es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podremos volver a nuestros hogares y ninguno de nosotros podrá reunirse con su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos. Debemos salir victoriosos en esta batalla, pues sólo hay un camino de vuelta, y es por mar. Caballeros, cuando regresemos a casa, lo haremos de la única forma posible; en los barcos de nuestros enemigos”


El ejército de Alejandro venció en aquella batalla, y regresó a su tierra abordo de las naves conquistadas.


De la compilación de Lopera Gutiérrez y otros (2002)


El miedo ha sido doblegado porque hay una necesidad superior, que ha permitido actuar oportunamente.





Alucinaciones musicales.

Suele suceder que en ocasiones amanecemos con una pegadiza canción que hemos escuchado con anterioridad, y esta permanece una y otra vez sonando en nuestra mente por un tiempo. Esto es normal.


Pero al fenómeno que ocurre cuando la persona escucha la música como si realmente está ahí en vivo, se le llama alucinación musical. Las percepciones musicales ocurren sin que este presente un estimulo acústico externo. Se caracteriza porque la persona no presenta otro tipo de alucinaciones o molestias psíquicas sino exclusivamente escucha una melodía permanente, tal cual como suena en un equipo de sonido. Las alucinaciones musicales se diferencian de las alucinaciones psicóticas porque la persona es capaz de reconocer que los sonidos provienen de su mente.


Las alucinaciones musicales pueden estar referidas también a “ritmos (sonidos de un tambor), calidades timbricas instrumentales (“sonido de violines” “una orquesta”) secuencias armónicas (“música de viento”)” Betés De Toro (2000)


El Doctor Ramón Mocellin (psiquiatra) ha publicado estudios sobre alucinaciones musicales, entre ellos el de una mujer de 82 años que vivía en el campo. Esta mujer llamó a la policía quejándose del volumen de la música a su alrededor e incluso envió al esposo a buscar de dónde venía. Ella, finalmente se dio cuenta que era un “truco de su imaginación” aparte de su sordera esta mujer no tenía ningún otro tipo anomalía psicológica o neurológica.

Otro caso, el de un hombre de 78 años, profundamente sordo, tenía Alzheimer. Él escuchó ritmos y canciones que eran populares en la década de 1940 y 50. Aunque tenía problemas cognitivos asociados con la demencia no tenía otros síntomas psicóticos, aparte del de percibir sonidos que no estaban presentes.


La experiencia puede variar entre un caso y otro; en unos el cuadro puede resultar muy molesto y con tendencia a acentuarse en la tranquilidad de la noche, puede mantenerse durante minutos horas o días, permaneciendo a veces hasta años. En otros raros casos, se puede encontrar la experiencia agradable.


Los síntomas son los que pueden orientar el tratamiento, que resulta inútil al medicar fármacos. Hay pacientes que encuentran alivio al distraerse con otros sonidos o con música, los audífonos también pueden ayudar, sin embargo estos no garantizan la cura.


La base de este fenómeno es desconocido, pero al parecer está asociado a un déficit auditivo. Investigaciones realizadas por Mocellin le permiten plantear una hipótesis, sostiene que “el cerebro esta intentando compensar con recuerdos aquello que no llega de una fuente exterior. Al igual que en el caso de alucinaciones en los ciegos, puede tratarse de una actividad cerebral alterada que trae desde el recuerdo lo que no obtiene en este caso desde los oídos” las investigaciones de él y su equipo de trabajo continúan para explicar el origen neurológico.


Fuentes:
"Fundamentos de musicoterapia"(2000) Betés De Toro. Editorial Morata.

http://bps-research-digest.blogspot.com/2008/04/hearing-music-that-isnt-there.html