"Una calurosa tarde de verano, Alicia estaba sentada a la sombra de un árbol, cuando de pronto vio pasar a un conejo blanco que parecía tener mucha prisa, pues sacó un reloj del bolsillo de su chaleco, lo miró y echó a correr hacia el interior del bosque. -!No es posible!- exclamó Alicia asombradísima. Sin pensárselo dos veces, siguió al increíble conejo blanco, que entró corriendo a la madriguera
Alicia fue tras él, y de pronto cayó por un profundo pozo que parecía no tener fin, aunque por suerte acabó aterrizando sobre un monton de hojas secas.
Al levantarse vio que estaba en una extraordinaria sala con muchas puertas, en cuyo centro había una mesa de tres patas, toda de cristal, con una pequeña llave de oro encima y un frasco con una etiqueta que ponía "bébeme"
Con la llave de oro, Alicia sólo pudo abrir una puertecita que era demasíado pequeña para pasar por ella, al otro lado de la cual se veíaun hermoso jardín.
Sin saber que hacer, la niña se bebió el contenido del frasco y, !oh maravilla!, empezó a volverse cada vez más pequeña, tanto que ya cabía por la puertecita; pero la había cerrado de nuevo y dejado la llave sobre la mesa, !y ahora ya no podía alcanzarla!. Alicia se puso a llorar y... !empezó a crecer hasta alcanzar el techo!.
Entonces agarró la llave justo a tiempo, y volvió a menguar.
De nuevo pequeña, abrió la puertecita y cayó a un estanque formado por sus propias lagrimas, donde se cruzó con un ratón..."

Tomado del cuento de Lewis Carroll. Alicia en el país de las maravillas.



Percibir de manera alterada la forma, tamaño, y situación espacial de objetos, pueden ser sensaciones que ocurren en las personas afectadas por el sindrome denominado Alicia en el país de las maravillas- el nombre por la similitud de los sintomas que presenta la persona afectada con las del personje del cuento- la cual es una patología neurológica poco conocida que también incluye alteración de la imagen corporal.

Las personas afectadas relatan experiencias que no se ajustan a la realidad y en todo momento son conscientes de la naturaleza ilusoria de sus percepciones: «Veía las cosas pequeñas y lejanas, a veces se movían. Un día vi cómo los libros de mi hermana se volvían más grandes y otro día vi cómo mi padre se hacía tan pequeño como un muñeco». Ana (nombre ficticio) no sufre delirios ni está bajo el efecto de alucinógenos. Es una niña, tiene ocho años, vive en Ourense y su caso es excepcional, probablemente único en el mundo. Solo que durante un mes y medio su percepción visual se había convertido en una ilusión real a lo largo de varios episodios diarios de varios minutos de duración. «Siento que mi cuerpo crece y crece hasta llegar a ocupar la habitación entera», «a veces la pierna de mi muñeca se balanceaba, o la persiana de una ventana subía y bajaba una y otra vez" (publicado en Noticias Cada Día)

El síndrome ha sido investigado y publicado por la pediatra y médico María José Carramés, para que contribuya a establecer pronósticos benignos que eviten hacer pasar al paciente por multiples pruebas diagnósticas. Se ve mayor prevalecencia en personas que sufren de migrañas y en niños.


El caso de la niña citado anteriormente, fue presentado en la Revista de Neurología, la niña nunca sufría de migraña y presentó el síndrome de Alicia, sin haber padecido con anterioridad de cefalea. Normalmente a las cefaleas precede el aura, sintomas que pueden ir desde el dolor ocular, visión borrosa, puntos ciegos temporales o náuseas y vómitos, la doctora Corral sostiene que se trata de manifestaciones agudas reversibles que en los niños ocurre sin cefalea. Suelen durar de 5 a 60 minutos.En adultos se presenta el aura típica seguida de cefalea migrañosa o de cefalea no migrañosa.

Científicos sospechan que Lewis Carroll afectado por migrañas probablemente sufrió del sindrome, por lo que las experiencias con la joven Alicia fueron bien conocidas por su creador.



A eso de caer y volver a levantarte. De fracasar y volver a comenzar. De seguir un camino y tener que torcerlo. De encontrar el dolor y tener que afrontarlo. A eso no le llames adversidad, llámale sabiduría.

A eso de sentir la mano de Dios Y saberte impotente. De fijarte una meta y tener que seguir otra. De huír de una prueba y tener que encararla. De planear un vuelo y tener que recortarlo. De aspirar y no poder, de querer y no saber, De avanzar y no llegar. A eso no le llames castigo,
llámale
enseñanza.

A eso de pasar días juntos radiantes. Días felices y días tristes. Días de soledad y días de compañía. A eso no le llames rutina, l
llámale
experiencia.

A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan. Y tú cerebro funcione y tus manos trabajen. Y tú alma irradie, y tú sensibilidad sienta. Y tú corazón ame. A eso no le llames poder humano,
llámale
milagro divino...

(Anónimo)

Para cuando sea necesario


Debido a las investigaciones que se han realizado sobre el cerebro, podemos conocer que no solamente somos inteligentes porque desarrollamos actividad cerebral relacionada con el raciocinio, o con un alto coeficiente intelectual. Hoy en día se habla de inteligencias multiples desde el modelo del cerebro triuno y desde la teoría de Howard Garner; Peter Salovey, un psicológo de Yale, propone las formas de aplicar inteligencia a las emociones; Daniel Goleman revoluciona el concepto de inteligencia al introducir el desarrollo de la inteligencia emocional.

La inteligencia emocional permite reconocer que hay personas capaces de triunfar como musicos, en el área social, en lo económico, alcanzar altos cargos o liderazgo a pesar de poseer un bajo coeficiente intelectual. La respuesta puede estar en la capacidad que tienen estas personas de conocer sus emociones, comprenderlas y regularlas para que estas no produzcan molestia o dificultad social, y en producir respuestas emocionales que activen gratamente al otro.

La inteligencia emocional puede ser fomentada y fortalecida si tomamos en cuenta que:

Involucra la capacidad para reconocer sentimientos propios:
Identificar las emociones lo cual permite el autoconocimiento emocional (conocimiento de si mismo). Reconocer el sentimiento mientras ocurre: "en este momento estoy feliz", "me entristece tú pesimismo"
Regular las emociones (autocontrol). Ejemplo: Ante una situación que produce ira, aprender a serenarse; controlar la ansiedad ante un reto.

Y sentimientos ajenos:
Canalizar la emoción, orientarla a un objetivo,perseverar en el empeño,postergarla si es necesario aún si es gratificante (automotivación). Ejemplo: Estar esperanzado, a pesar de las circunstancias; levantarse a pesar de la derrota; postergar las ganas de darte un beso" lo haré en el momento apropiado"
Reconocer y comprender emociones en los demás, estar en sintonía con ellos (empatía). "Te acompaño en tus sentimientos", "entiendo cómo te debes sentir en estos momentos", también a través de canales no verbales llegan las señales de empatía: un abrazo cuando más se necesita, llorar al ver el llanto de alguien querido.
Manejar las relaciones interpersonales, manejar las emociones en la interacción con el otro ( habilidades sociales). De expresividad y contagio emocional: Soy capaz de hacerte reir cuando estás triste; de demostración de una emoción: puedo suavizar un gesto para que no te sientas mal.