Existen valores que se han solidificado a través del tiempo. Y se ponen a prueba cuando reaccionamos ante aquello que vemos que se aparta de lo que se nos ha enseñado porque es inaceptable,un ejemplo es la injusticia, una conducta que puede mover sentimientos como el de la indignación.

Conductas que emanan del cerebro reptiliano, conductas básicas, primitivas que por su acción movilizan emociones ante lo injusto.

Es válido en esos momentos revisar y centrarse porque lo que se pudiera activar es la rabia y el desquite, cayendo en una espiral de respuestas reactivas propias del reptil.

Es importante reconocer el sentimiento, razonarlo y canalizarlo por vías más productivas



Las imagenes requieren ser expresadas a través de algún medio: televisión, cine, etc.
Pero, cuando leemos un libro somos los creadores de nuestras imagenes internas, son las mejores imagenes ya que son creadas, inventadas por nosotros mismos. Provienen de nuestros propios espacios internos.
Muchas imagenes internas se ven enriquecidas por lo que externamente vemos: un atardecer,un paisaje, una película, lo que acontece en el día a día.
Entonces, todas las imagenes no son necesariamente imaginarias. Las imagenes producto de nuestra inventiva tienen tanta validez como los pensamientos.


Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias
por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto
fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que
pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores,
los más cercanos a mí y los que estén más lejos,
los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar,
con los que compartí la vida, el trabajo,
el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando
y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios
nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaremos un nuevo año
y detengo mi vida ante el nuevo calendario
aún sin estrenar y te presento estos días
que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno
de comprensión y paz.


Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios
a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno
que mi espíritu se llene sólo de bendiciones
y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que,
cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poquito de TI.


Danos un año feliz y enséñanos
a repartir felicidad . Amén


Autor (desconocido)